El final de las vacaciones marca un nuevo comienzo: el regreso a clases. Aunque para muchos niños supone una oportunidad para reencontrarse con sus compañeros, volver a las rutinas y descubrir nuevos aprendizajes, para otros puede ser un momento de ansiedad, nervios o incluso tristeza. Y es completamente normal.

Como familias, podemos acompañarles para que este proceso sea más fluido, positivo y enriquecedor. Pero ¿cómo lograrlo? En este artículo exploramos por qué es importante prepararse para la vuelta al cole, qué podemos hacer desde casa y cómo gestionar la rutina y las emociones de forma saludable.

¿Por qué es importante preparar a los niños para el regreso a clases?

El regreso a clases no solo implica volver a un entorno académico; supone una transición emocional, social y física. Después de semanas de descanso, horarios más flexibles y menos exigencias, muchos niños pueden sentir resistencia o inseguridad ante la vuelta al aula.

Prepararles con antelación permite:

  • Reducir la ansiedad por lo desconocido.
  • Aumentar su motivación e ilusión por aprender.
  • Fortalecer la sensación de seguridad y control.
  • Reforzar la autonomía y la autoestima.

Además, establecer un período de adaptación progresiva facilita una transición más amable tanto para los niños como para sus familias. De este modo, los primeros días de clase no se viven como un cambio brusco, sino como una evolución natural de su día a día.

¿Qué podemos hacer en casa antes de que empiecen las clases?

La preparación para el regreso a clases comienza en casa. A continuación, te compartimos algunas ideas prácticas que pueden ayudar a tu hijo a afrontar la vuelta a Educación Infantil con mayor serenidad:

  1. Hablar del nuevo curso con entusiasmo
    Conversar sobre lo que viene ayuda a despertar su curiosidad. Podemos hablar de las cosas que les gustaban del curso anterior, de las amistades que van a retomar o de los nuevos retos que tendrán. Lo importante es transmitir una visión positiva.
  2. Visitar el colegio o repasar juntos la rutina diaria
    Si es posible, pasar por la puerta del colegio o repasar horarios, materiales y espacios que les resulten familiares puede hacerles sentir más preparados. Ver que todo sigue ahí les proporciona seguridad.
  3. Preparar juntos el material escolar
    Elegir los útiles escolares, forrar libros o colocar su nombre en las etiquetas puede convertirse en una actividad divertida. Implicarles en estas tareas hace que se sientan parte del proceso.
  4. Ajustar horarios gradualmente
    Al menos una semana antes, es recomendable ir regulando los horarios de sueño y comidas. Esto ayuda a que el cuerpo se adapte y los primeros días de clase no resulten tan agotadores.
  5. Reforzar su autonomía
    Recordarles pequeñas tareas como preparar la mochila, vestirse solos o gestionar el tiempo del desayuno fomenta la independencia y les da seguridad en el entorno escolar.

La importancia de la rutina para una vuelta a clase sin estrés

Las rutinas no son solo estructuras organizativas: son herramientas que proporcionan orden, tranquilidad y previsibilidad a los niños. En el contexto del regreso a clases, establecer rutinas claras puede marcar una gran diferencia.

¿Por qué son tan efectivas?
Porque reducen la incertidumbre. Saber qué esperar en cada momento del día permite que los niños gestionen mejor su energía y sus emociones. Además, la rutina transmite estabilidad y les permite concentrarse en lo que verdaderamente importa: aprender, relacionarse y disfrutar del entorno escolar.

Algunas rutinas recomendadas:

  • Horarios fijos de sueño y alimentación.
  • Tiempo definido para juegos, tareas y descanso.
  • Espacio tranquilo y ordenado para hacer los deberes.
  • Preparación de la mochila y la ropa del día siguiente la noche anterior.

Eso sí, es importante que estas rutinas no sean rígidas ni excesivas. Deben dejar espacio para la flexibilidad, la creatividad y la espontaneidad, especialmente en las primeras etapas educativas como la primaria, donde el aprendizaje también pasa por el juego, la exploración y la conexión emocional.

Cómo acompañar emocionalmente a nuestros hijos en este momento

Además de los aspectos prácticos, es fundamental prestar atención a cómo se sienten los niños en este proceso. No todos viven el regreso a clases de la misma manera, y sus reacciones pueden variar: algunos están emocionados, otros tristes, y otros muestran señales de estrés a través del comportamiento (irritabilidad, falta de apetito, dificultad para dormir…). Estas son algunas formas de acompañarles:

  1. Validar sus emociones
    Si un niño dice que no quiere volver al cole, lo importante no es corregirle, sino escucharle. Podemos responder con frases como “te entiendo”, “es normal sentir eso” o “yo también me sentía así cuando era pequeño”.
  2. Ofrecer un espacio seguro para expresarse
    Crear momentos diarios de conversación sin juicios, como durante la cena o antes de dormir, favorece la confianza. A veces, solo necesitan ser escuchados.
  3. Evitar la sobre exigencia en los primeros días
    Los niños necesitan tiempo para adaptarse. Es mejor priorizar el bienestar emocional antes que los resultados académicos durante las primeras semanas.
  4. Mantener una actitud positiva, pero realista
    No se trata de ocultar que volver al colegio puede ser difícil, sino de enseñarles que, aunque cueste al principio, con el tiempo se sentirán cómodos y disfrutarán del aprendizaje y la compañía de sus amigos.